Al menos 150 personas resultaron heridas hoy en Curitiba, capital del estado brasileño Paraná, después de que la Policía reprimiera con gases lacrimógenos una manifestación de profesores que reclamaban contra la modificación de las reglas de jubilación. Según la asesoría de prensa de la alcaldía de Curitiba, 150 personas fueron atendidas con heridas de diferente gravedad y 45 de ellas debieron ser trasladadas a diferentes hospitales de la ciudad.

La Policía utilizó gas lacrimógeno, balas de goma y agua para dispersar a los manifestantes, en su mayoría profesores, que reaccionaron lanzando piedras y diversos objetos. El enfrentamiento entre policías y manifestantes ocurrió en el Centro Cívico de Curitiba, donde un grupo de profesores estaba concentrado desde el lunes para impedir que se promuevan cambios en las reglas de jubilación.

En el momento de los incidentes, la Asamblea Legislativa regional debatía enmiendas a un proyecto de ley enviado por Beto Richa, gobernador de Paraná -estado fronterizo con Paraguay y la Argentina-, y que es rechazado por los sindicatos de los profesores universitarios, de educación primaria y secundaria. "Uno de los hechos más cobardes fue que la policía llegó a tirar bombas en la alcaldía de Curitiba, donde los manifestantes corrieron para buscar refugio", indicó el gremio a través de su página en Facebook.

En las redes sociales se divulgaron numerosas fotografías que mostraban a personas con varias heridas de balas de goma en la cara y a otras cubriéndose con pañuelos para tratar de moderar el efecto de los gases lacrimógenos. Los gases llegaron a afectar incluso a unos 150 niños que estaban dentro de un centro de educación infantil en el Centro Cívico, el mismo lugar donde se localizan la Asamblea Legislativa y la sede de la alcaldía. Además, otras seis escuelas de la región también suspendieron las clases a raíz de los disturbios. Los gases también invadieron la sesión de la Asamblea, que tuvo que ser suspendida por algunos minutos.