El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, declaró hoy como "zona catastrófica" las áreas de Nueva York y Nueva Jersey afectadas por el huracán Sandy, que causó al menos 15 muertes en ese país y una en Canadá.

La declaración, difundida por la Casa Blanca, pone a disposición de los gobiernos y comunidades locales los fondos, equipos y personal del Gobierno Federal necesarios para afrontar las consecuencias del desastre y socorrer a los damnificados por la tormenta.

La tormenta dejó a millones de personas sin suministro eléctrico desde Maine a Carolina del Norte y obligó a la suspensión de más de 13.000 vuelos de aerolíneas comerciales en más de una docena de aeropuertos del este del país, y mantiene suspendidas las actividades de los gobiernos en la región.

El Servicio de Pronósticos Hidrometeorológicos indicó hoy que el centro del ciclón post tropical se mueve por el sur de Pensilvania y podría dirigirse mañana hacia Canadá.

A su paso por el Caribe, como huracán, Sandy causó decenas de muertes, y ha dejado por lo menos 15 muertos en EE.UU. y uno en Canadá desde que tocó tierra en Nueva Jersey ayer convertido en tormenta.

La llegada a tierra firme de "Sandy" con vientos sostenidos de 125 kilómetros por hora, levantó marejadas de hasta cuatro metros en áreas de Nueva Jersey y Nueva York.

Nueva York y su área metropolitana (19 millones de habitantes) amanecieron hoy sin transporte público, con importantes interrupciones del suministro eléctrico y con todos los aeropuertos y casi todos los puentes y túneles de la ciudad cerrados, relató por Continental el periodista argentino Marcelo Filardi, de paso por la Gran Manzana.

Las escuelas, universidades, museos, grandes sedes empresariales, la sede de Naciones Unidas y la bolsa de Nueva York seguirán cerradas hoy, lo que contribuirá a aligerar el tráfico. "Esta tormenta ha sido considerada como la peor en ciento cincuenta años para el distrito de Nueva York. La parte más afectada es la isla de Manhattan, de Broadway hacia el sur", añadió en La Mañana.  

Sandy, además, paralizó casi totalmente la campaña electoral del presidente Barack Obama, que busca la reelección, y del republicano Mitt Romney.
Los comicios están fijados para el martes 6 de noviembre, aunque millones de ciudadanos votaron ya por anticipado.