Los líderes de la eurozona alcanzaron “un acuerdo unánime” para iniciar las negociaciones en pos del tercer rescate en favor de Grecia. En este contexto, el primer ministro griego, Alexis Tsipras, afirmó al término de la cumbre de la Eurozona, en la que se acordó iniciar negociaciones para un tercer rescate, que su Gobierno dio una “dura batalla” durante seis meses y “luchó hasta el final para un acuerdo que permitirá al país recuperarse. Afrontamos dilemas difíciles y tuvimos que hacer concesiones difíciles para evitar la aplicación de los planes de algunos círculos ultraconservadores europeos”, se defendió Tsipras.
 
“Conseguimos ganar la reestructuración de la deuda y una financiación segura a mediano plazo”, subrayó, en alusión a la mención a una posible mejora de las condiciones de pago que incluye el programa y prometió que “seguiremos luchando para restablecer la soberanía nacional”. Ahora “hay que luchar contra la oligarquía que llevó el país hasta aquí”, concluyó. Por su parte, la canciller alemana, Angela Merkel, consideró que el acuerdo alcanzado “tiene más ventajas que inconvenientes”, y afirmó que las medidas de ajuste salvaje exigidas a Grecia “van en línea con lo pedido a España o Portugal a cambio de sus programas de ayuda”.
 
Finalmente, el ministro de Trabajo griego puso en duda el apoyo parlamentario al acuerdo alcanzado por el gobierno de Alexis Tsipras con los países de la eurozona para obtener un tercer rescate financiero, por lo que anticipó la posibilidad de convocar a elecciones anticipadas antes de fin de año. En este marco, María Eugenia Francisco, ciudadana argentina radicada en Grecia, consignó que "Hay un descontento muy grande de las dos partes, las que votaron el No y las que votaron el Sí. Nos tomó a todos por sorpresa (el acuerdo) después de muchos días de tensión. Esperábamos otro resultado, no un ajuste peor que los anteriores dos. El Estado no les paga a los empleados públicos y gastó 20 millones de euros en el referéndum", planteó