El comisionado federal para la Seguridad y el Desarrollo Integral en Michoacán, Alfredo Castillo, confirmó en declaraciones a emisoras de la capital que hubo dos tiroteos y que el saldo fue de nueve personas fallecidas.

Ex autodefensas, que después se integraron al grupo especial de Fuerza Rural G-250, así como algunos identificados como parte del grupo delictivo conocido como Los Viagras se enfrentaron primero a las 3 de la madrugada (6,30 de Argentina) frente a la alcaldía, donde murió uno de los manifestantes.

"Hoy a las 3 de la mañana se hizo el operativo para detener a esta gente; en un primer enfrentamiento se detiene a 44 personas y se decomisaron vehículos y armas", informó Castillo en entrevista con el diario local Milenio.

"Posterior a este hecho, cuando el Ejército hace el traslado de los vehículos (decomisados) llega un grupo a recuperar las personas" y se produce otro choque armado "en el que murieron ocho personas", apuntó.

Uno de los motivos de la ocupación de la alcaldía fue la disolución de la Fuerza Rural dispuesta por el presidente Enrique Peña Nieto y el encarcelamiento de varios líderes de las autodefensas enfrentados entre sí y vinculados al grupo de Los Viagras, brazo armado de los cárteles de Los Caballeros Templarios y La Familia Michoacana.

Al grupo de Los Viagras se lo ha relacionado con grupos de autodefensa que surgieron en Michoacán en febrero de 2013 y que fueron legalizados como Fuerza Rural por el gobierno federal en mayo del año pasado, pero disuelta a fines del año pasado, y despedidos 250 de sus integrantes.

El sacerdote Gregorio López afirmó que quienes tomaron la presidencia municipal eran integrantes de la banda criminal Los Viagras.

Efectivos de la 43 Zona Militar, con sede en Apatzingán, detuvieron a 44 personas, les decomisaron 13 armas y 23 vehículos. En tanto, los cadáveres fueron llevados a la capital del Estado, Morelos, para los estudios periciales, reportó el diario capitalino La Jornada.

La alcaldía fue tomada poco después del tiroteo en la localidad vecina de La Ruana, el 22 de diciembre, en el que se enfrentaron dos líderes de las ex autodefensas y murieron 11 personas, entre ellas el hijo de Hipólito Mora, uno de los dos jefes implicados.

Los seguidores de las autodefensas tomaron la alcaldía para exigir la detención del líder del cártel los Caballeros Templarios, Servando Gómez "La Tuta".

Los hechos se dieron en momentos en que un tribunal emitió un auto de formal prisión, que marca el inicio de un proceso penal, contra Luis Antonio Torres, el Americano, ex líder de un grupo de autodefensa de los que se enfrentaron el 16 de diciembre, con un saldo de 10 muertos.

María Consuelo López Ramírez, juez de primera instancia en materia penal, emitió ayer la medida contra Torres y nueve de sus hombres a causa de que las heridas de bala que presentan las víctimas coinciden con el calibre de las armas que portaban los acusados durante un enfrentamiento con un grupo rival.

Sin embargo, admitió que aún no se determinó exactamente a quién pertenecían las armas que causaron las muertes.

Torres y sus hombres enfrentarán juicio por homicidio por las mismas muertes por las que son procesados Hipólito Mora y 26 de sus seguidores.

La fiscalía de Michoacán acusó a Torres y a Mora, así como a los seguidores de ambos, de la muerte de 10 de las 11 personas que se registraron en un enfrentamiento entre ambos grupos ocurrido en La Ruana, municipio de Buenavista Tomatlán.

Por el caso, se emitieron 56 órdenes de arresto, de las cuales se cumplieron 37 con la entrega de ambos grupos. De los 19 individuos que permanecen prófugos, cuatro son seguidores de Mora y el resto de Torres.