El ataque en la ciudad de Mogadiscio, uno de los más letales de los últimos años, ocurrió al mediodía y tuvo como blanco el Hotel Central, cercano al Palacio Presidencial.

Espesas nubes de humo negro podían verse alzándose al cielo desde el edificio, mientras las ambulancias acudían al lugar haciendo sonar sus sirenas.

Un funcionario del Palacio Presidencial, conocido como Villa Somalia, dijo que al menos 25 personas murieron en el atentado, pero que la cifra de víctimas fatales podía aumentar debido a la gravedad de las lesiones de algunos de los heridos, cuyo número no precisó, informó la cadena BBC.

La policía aseguró que el vice primer ministro, Mohamed Omar Arte, y el ministro de Puertos y Transporte Marítimo, Nur Farah Hirsi, sufrieron heridas leves.

El ministro de Información, Mohamed Abdi Hayir Mareye, dijo a una estación de radio que entre los "muchos muertos" figuraban un diputado y el vice jefe de gobierno de la ciudad.

El grupo Al Shabaab, que años atrás controlaba casi todo el país del noreste de Africa pero que ha comenzado a perder territorios en medio de la guerra contra el gobierno y fuerzas africanas, reivindicó el ataque contra el hotel.

"Estamos detrás del ataque. Atacamos a funcionarios del gobierno en el hotel, y esto es parte de nuestra operación en Mogadiscio", dijo el vocero de operaciones militares de Al Shabaab, jeque Abdiasis Abu Musab, citado por la cadena de noticias árabe Al Jazira.

La policía dijo que el ataque comenzó con la detonación de un coche bomba en la entrada del hotel, y que luego un suicida se inmoló con una bomba dentro del complejo, donde se desató además un fuerte pero breve tiroteo.

Al Shabaab tiene como objetivo derribar al gobierno de Somalia e imponer su estricta versión de la ley islámica en el país del Cuerno de Africa, que busca recuperarse tras más de dos décadas de guerra.

El grupo ha amenazado con atacar a legisladores por haber aprobado el despliegue de tropas de paz africanas que se hallan en Somalia para ayudar al gobierno en su lucha contra los islamistas, que han cometido ataques también en países vecinos.

El grupo extremista ha multiplicado sus atentados contra sitios clave de seguridad y edificios de gobierno con la aparente intención de desacreditar las afirmaciones del débil gobierno y de las tropas de la Unión Africana (UA) de que están ganando la guerra contra Al Shabaab.

El pasado 22 de enero, Al Shabaab atentó con un coche bomba contra otro céntrico hotel de la ciudad, donde se alojaba una delegación turca que preparaba la visita del presidente de ese país, y causó al menos cuatro muertos.

El presidente de Somalia, Hassan Sheik Mohamud, condenó el ataque de hoy durante una rueda de prensa, en la que mostró sus condolencias a los familiares de las víctimas y amenazó con lanzar otra ofensiva contra Al Shabaab.

El enviado de la ONU al país, Nick Kay, deploró asimismo el "brutal ataque terrorista".