“Para mí todo esto ha sido más que un sueño porque después de un montón de años sin pisar la Argentina y sin haber cantado nunca allí esta conexión ha sido emocionante”, confesó Dalma en una entrevista telefónica con Télam.

Desde una playa en Alicante, el vocalista aceptó que “el suceso de la telenovela "Dulce amor" (Telefé), que incluyó la canción "El mundo" como cortina, me permitió regresar a los hogares argentinos”.

En el mismo sentido, el baladista que suele recuperar repertorio de románticos italianos, apuntó que “después de tantos años de ausencia, tenía temor de que la gente de la Argentina me hubiera olvidado porque no viajaba y todo se había cortado”.

“Pero afortunadamente -reflexionó- fue de gran ayuda estar todas las noches de la mano de una tira tan exitosa y sentirme muy arropado por el apoyo de mi compañía discográfica para encarar una nueva etapa en el país”.

Aunque el impulso de “Dulce amor” y el apoyo de la disquera fueron puntales del desembarco argentino, Dalma detalló que los discos “Vía Dalma I” y “Vía Dalma II” “también explotaron en España y eso me dio indicios claros de que habíamos dado en el clavo con el repertorio”.

En el primer “Via Dalma”, de 2010, registró “Bella sin alma”, “Tú”, “El jardín prohibido”, “Soy un italiano” y “De amor ya no se muere”, entre otros, mientras que en “Vía Dalma II”, editado en 2011, incluyó “Senza una donna”, el ya citado “El mundo”, “La cosa más bella” y “Yo no te pido la luna”, por nombrar solamente algunos.

Sergio recordó que “me sentía seguro con las canciones que elegí y cuando entré en ellas me tuve que enfrentar a una serie de desafíos porque ha sido un trabajo que parecía fácil pero no lo ha sido”.

Con 49 años y más de 25 de trayectoria, este artista catalán con registro de barítono tuvo en los 90 un enorme hit con “Bailar pegados” que representó a España en el Festival de la Canción de Eurovisión 1991 que se celebró en Roma.

Pero fue de la mano del culebrón local encabezado por Sebastián Estevanez y Carina Zampini, que el lunes pasado cerró 15 meses de emisiones, que Dalma logró pisar escenarios argentinos.

En diciembre de 2012 actuó en Rosario, Buenos Aires, Córdoba, Junín, Olavarría, Río Gallegos y Comodoro Rivadavia, mientras que entre enero y febrero del corriente se presentó en San Juan, Mar del Plata, Villa María, Salta, Rosario, Formosa, General Roca, Bahía Blanca, Junín y Avellaneda.

Al repasar esas primeras vivencias argentinas, comentó que “aunque a través de las redes sociales uno puede sentirse parte de un intercambio cultural, estando por allí me compré varios discos de tango y me encantó perderme por Buenos Aires y dejarme estar en esas librerías atestadas de volúmenes viejos”.

Como gran cierre de esta enorme recorrida, Dalma cantará el sábado 1 de junio desde las 21 en el estadio Luna Park de Buenos Aires, una de las catedrales musicales de la ciudad.

Pero antes de clausurar el tramo argentino de “Vía Dalma Tour”, el músico tiene en carpeta terminar de darle forma a su próximo disco e iniciar, por otro lado, una serie de actividades promocionales en México, varias caras de una actividad sobre la que indicó que “es una locura en la que me encanta estar embarcado”.

En relación al futuro álbum, contó que “estuve trabajando en Milán con el mismo productor de `Vía Dalma I y II` (el genovés Claudio Guidetti) para seguir en esa línea mediterránea”.

“Yo parto de un estilo muy asentado y muy claro, pero esta vez -adelantó- serán todas canciones inéditas en las que tengo la intención de sumar autores de distintas partes de hispanoamérica y allí, tal vez, haya algún argentino”.

Pese a estar disfrutando de un enorme éxito, Dalma se refirió a la crisis social que golpea a España y comentó que “vuelve a darse el fenómeno de gente saliendo al extranjero porque la situación es preocupante”.

“Veo a mucha gente que pierde sus empleos y sus casas y eso crea una psicosis que entre todos debemos aplacar pese a que son momentos difíciles”, evaluó.

Al respecto y analizando su rol dentro de ese panorama, concluyó que “no quiero ser un tipo ilusorio pero ojalá la música sea un bálsamo para todo lo que estamos pasando”.