Un experto en anestesiología que declaró en el juicio que se le sigue al médico personal de Michel Jackson, Conrad Murray, por presunto homicidio involuntario, afirmó que la estrella del pop tomó una sobredosis de Lorazepam y Propofol.

El especialista Paul White calificó de “irracionales” e “inconsistentes” las cantidades de sustancia que arrojaron las mediciones que presentó ante los jueces un colega y alumno suyo, Steven Shafer, sobre un análisis de muestras de sangre del cantante norteamericano.

En base al informe, Shafer acusó a Murray de haberle administrado una dosis muy superior de ambas drogas a Jackson, de lo que admitió a la policía.

Jackson murió el 25 de junio de 2009 de una sobredosis de propofol, un potente anestésico que usaba como somnífero porque sufría insomnio. Murray reconoce habérselo administrado la mañana de su muerte, luego de que dos dosis de lorazepam y dos de midazolam no le hicieran efecto.