El jueves 10 de julio a las 20.30 horas, la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires presentará en el Teatro Colón el décimo concierto de su abono, con la dirección del maestro Ira Levin y la actuación del pianista inglés Peter Donohoe.
 
El programa se inicia con dos obras para piano y orquesta, la Fantasía húngara de Franz Liszt (1811-1886) y Burleske, Op.85 de Richard Strauss (1864-1949), y concluye con la Sinfonía Nº2 en Do mayor, Op.61 de Robert Schumann (1810-1856).
 
La Orquesta Filarmónica de Buenos Aires obtuvo dos Premios Konex de Platino como la mejor orquesta argentina de las últimas dos décadas, en 1999 y en 2009. En 2013 fue distinguida con el Premio “Mejor Orquesta Sinfónica Argentina” de 2012 por la Asociación de Críticos Musicales de la Argentina.
 
Ira Levin nació en Chicago. En el Instituto Curtis de Filadelfia estudió piano con Jorge Bolet y dirección orquestal con Max Rudolf. Se dedica tanto al repertorio sinfónico como al operístico, del que lleva realizados 60 títulos. Fue director principal de la Ópera de Bremen, de la Deutsche Oper del Rin y de la Ópera de Kassel; también director musical y artístico de los teatros Municipal de San Pablo y Nacional de Brasil. Compositor y destacado pianista, continúa realizando recitales y conciertos. Actualmente es Principal Director Invitado de la Orquesta Estable del Teatro Colón.
 
Peter Donohoe es uno de los pianistas más destacados de nuestro tiempo por su musicalidad, versatilidad estilística y técnica notable. Nacido en Manchester en 1953, fue ganador del Concurso Internacional Tchaikovsky en Moscú (1982). Desarrolla una distinguida carrera en Europa, EE.UU., Lejano Oriente, Nueva Zelanda y Australia.
 
Actuó junto a las principales orquestas y con directores de la talla de Christoph Eschenbach, Neeme Järvi, Lorin Maazel, Kurt Masur, Andrew Davis y Yevgeny Svetlanov. Posee un notable catálogo de grabaciones, las últimas abarcan las sonatas para piano de Prokofiev.
 
Entre 1846-53 y 1882-85 Franz Liszt escribió las Rapsodias húngaras, conjunto de 19 piezas para piano basadas en temas folclóricos de su país natal. Tomando la Rapsodia Nº14, y dentro del mismo estilo y tradición, compuso la Fantasía húngara (1852) para piano y orquesta. En esta obra se permitió una mayor libertad que lo habitual, combinando y yuxtaponiendo los materiales temáticos. La estrenó Hans von Bülow como solista en 1853.
 
A los 21 años, en 1885, Richard Strauss compuso para su mentor, Hans von Bülow, una obra para piano y orquesta que tituló Scherzo en Re menor. Bülow no tuvo intención de estudiar la parte de piano por considerarla algo muy complicado que no valía la pena. Strauss intentó ejecutarla él mismo con la Orquesta de Meiningen, pero tampoco resultó. Cuatro años después la retomó realizándole revisiones a instancias del pianista Eugen d’Albert, quien la estrenó bajo el nuevo título de Burleske. La pieza posee gran creatividad y humor.
 
De todas las obras sinfónicas de Robert Schumann, la Sinfonía Nº 2 (1845-46) es la más puramente clásica tanto en su enfoque como en su manera, basada en la búsqueda de unidad y cohesión temática y armónica. Según expresó: “La esbocé cuando estaba físicamente aún muy dolorido; puedo decir que es la resistencia del espíritu la que influyó en su génesis y por medio de la cual traté de combatir mi estado”. El compositor brindó un ejemplo más de la creación como catarsis, como liberación del dolor y la oscuridad.
 
 
Fuente: Martín Leopoldo Díaz