Lemmy Kilmister, el líder de la banda de heavy metal Motörhead, falleció hoy a los 70 años de edad en la ciudad estadounidense de Los Ángeles, luego de luchar contra un cáncer feroz, que padeció durante el último año. "No hay manera fácil de decir esto ... nuestro fuerte y noble amigo Lemmy falleció hoy después de una breve batalla contra un cáncer muy agresivo", escribieron sus compañeros de Motorhead en la cuenta de Facebook de la banda.

Desde hace varios años Lemmy arrastraba varios problemas de salud como un fuerte Epoc por su adicción al cigarrillo, una diabetes que lo obligó a cambiar sus botellas de whisky escocés por unos vasos de vodka con jugo de naranja ante una recomendación de Keith Richards. Además tenía problemas para caminar por lo que veces debía usar un bastón, aunque eso no le impidió presentarse junto a sus socios de Motorhead y a sus amigos Ozzy Osbourne y Judas Priest, el 3 de mayo pasado en el predio Ciudad del Rock en Villa Lugano para el festival Monsters of rock.

Lemmy era la quinta esencia del rockero salvaje, primal, capaz de llevar un estilo de vida alocado y componer algunos himnos que redefinieron el género del rock duro. "Escuchen Motörhead bien fuerte, beban en su honor, compartan historias", añadieron el guitarrista Phil Campbell y el baterista Mikkey Dee, sus compañeros de los últimos 20 años. "Él (por Lemmy) no sabía que tenía la enfermedad hasta el 26 de diciembre, y estaba en casa, sentado frente a su videojuego favorito de The Rainbow, que recientemente había llegado a su calle, con su familia", explicaron Campbell y Dee.

Lemmy tenía una historia particular con la Argentina, además del amor de sus fans locales que recibieron a Motorhead la docena de veces que visitó las Pampas, ya que tanto Pappo como Vitico, los dos ex Riff, aseguraron haber compartido ensayos y haberse probado en la banda inglesa, en diferentes momentos de su carrera.