Con la llegada de Lucía Puenzo y la proyección de su tercer filme “Wakolda”, Argentina participa a pleno en la sección oficial "Una cierta mirada" del 66to Festival Internacional de Cine de Cannes, que entra, además, en su segunda mitad, con un récord de concurrencia de invitados y prensa de todo el mundo.

“Wakolda”, una coproducción entre Argentina, Francia y España, surgió de un relato con formato de novela publicado por la cineasta hace dos años, que esta semana fue lanzado a la venta aquí, por primera vez en francés. La historia, ambientada en 1960, tiene como punto de partida la llegada de un hombre de ciencia alemán a Bariloche, cerca del lago Nahuel Huapi, que elige quedarse en una hostería recién inaugurada en ese lugar.

Allí lo reciben los propietarios, un joven matrimonio padres de una niña que parece mucho más pequeña de la edad que en verdad tiene, quien muy rápidamente establece una relación con el recién llegado, y tiene una singular fascinación por él, dotado de una extraordinaria capacidad de seducción. Nadie sabe en realidad que el extranjero es Josef Mengele, uno de los más importantes responsables del genocidio nazi.

“Para mí, el hecho de que la película se estrene aquí es una gran alegría y me vuelvo contenta solo con eso, con estar dentro de una de las dos secciones oficiales, y con tan importantes títulos como rivales”, subrayó Puenzo.

El elenco de “Wakolda”, con producción argentina de Historias Cinematográficas (Luis Puenzo y familia), está encabezado por la debutante Florencia Bado como la niña Lilith, el catalán Alex Brendemühl como Mengele, Natalia Oreiro y Diego Peretti como Eva y Enzo, Elena Roger, como Nora Eldoc, Guillermo Pfening, Ana Pauls y Alan Daicz.

”Tuve un casting muy largo, de ocho meses, en especial por la niña protagonista, que era muy atípica porque tenía que ser una niña muy pequeña en lo corporal para su edad y poder sostener casi toda la película. Fue difícil también la búsqueda de Mengele, porque debía ser un actor que hablara muy bien español pero también alemán, con acento del sur y muy parecido al de Mengele”, explica Puenzo.

”Brendemühl es perturbadoramente parecido a Mengele y algo que podía cambiar algunas cosas era si la filmábamos en Bariloche, y finalmente concluimos que era importante hacerlo en Bariloche y no en el sur de Chile, por ejemplo, porque Mengele había vivido allí esta historia, y cuando fuimos, vivimos en el mismo hotel que filmamos, algo que ayudó a generar el clima que necesitaba el rodaje”, asegura la autora de “XXY” y “El niño pez”.

Al referirse a la niña protagonista, la debutante Florencia Bado, Puenzo repasa que “la encontramos cuando tenía 11 años y filmamos al cumplir los 12, porque uno tiene que estar buscando a la protagonista y a su familia, y eso fue toda una movida, pero luego se vinieron todos a vivir con nosotros a Bariloche y quedamos con un vínculo muy cercano”.