Lindsay Lohan tuvo problemas de adicciones a las drogas y decidió que, como parte de su tratamiento de recuperación, no mantendrá relaciones sexuales durante un período mayor a un año.

Esta decisión habría sido tomada después de recomendaciones médicas. "Ella sabe que el uso de los hombres para aumentar su confianza en sí misma no es la mejor manera de sentirse bien", habría asegurado una fuente cercana a Lohan.