“Está grave, pero no se está muriendo”, dijo, anoche, la ex mujer de Adrián “Facha” Martel y madre de su hijo Román, en “Intratables”, el ciclo que conduce Santiago del Moro por América. La señora a la que presentaron sólo por su nombre de pila, Cristina, llegó al ciclo después de haber llamado por teléfono a Del Moro, según contó, molesta porque en “Infama”—el programa que conduce Del Moro por las tardes en el mismo canal— habían sostenido que “agoniza el Facha Martel”. Ella se quejó de que hubieran “dicho eso sin chequear con un médico”. Santiago respondió que tenían fuentes para afirmar lo que afirmaron. Entonces, Cristina explicó que el Facha es alguien que tuvo dos infartos, a quien le colocaron dos stents y que actualmente, a raíz de una serie de infecciones, su estado de salud es delicado.



Luego, en “Intratables”, la conversación siguió por los carriles que venía transitando antes de que presentaran a Cristina, es decir, el supuesto estado de soledad en el que Martel estaría atravesando sus días de internación. Sostuvieron que el medio artístico “le dio la espalda”. Según el conductor y varios panelistas e invitados, “los amigos del campeón”, eso que supieron acompañarlo en sus días de fama y excesos, hicieron mutis por el foro cuando, sin dinero ni trabajo, la salud de Martel comenzó a decaer. El psiquiatra Eduardo Kalina puso el asunto en un marco más amplio: aludió a la incapacidad de empatía que tenemos, a veces, los humanos. “Últimamente, al Facha se lo veía mal —señaló el médico—, y a alguien que no se lo ve bien, la gente no se le acerca”. Triste. Aunque, probablemente, real.



Anamá Ferreira evocó la época en la que Martel “vendía los Rolex, y todo el mundo le compraba los Rolex. Él era el alma de la fiesta. ¿Y ahora no lo visitan”, se indignó la modelo. Contaron que Martel llegó a dormir dentro de un auto y a no tener dinero para comer. Como es público, el Facha admitió haber dado una dura batalla contra su adicción a la cocaína. Al decir de su ex mujer, tras las tragedias de Carlos Monzón y Alberto Olmedo, “la gente lo empezó a dejar de lado, como si fuera un narco”, afirmó. “Después de lo de Monzón y Olmedo, el medio estigmatizó al Facha”, opinó Del Moro, y relató que el propio Martel le había comentado su desencanto a causa de la contradicción que muestra la TV respecto de él: “cuando va a pedir trabajo a las productoras, se lo niegan; pero cada vez que quieren tratar el tema de la droga en un programa, lo invitan para hablar en su condición de ex adicto”, resumió Santiago.



Droga, enfermedad y olvido: con esos temas como eje, “Intratables” se asomó ayer al perfil más sombrío de la farándula, al pozo de oscuridad donde no llegan las luces de los reflectores.