Una investigación sobre el prontuario de Carlos Gardel asegura que el cantante era un estafador, especializado en "el cuento del tío". Por ese motivo habría cambiado su identidad en reiteradas oportunidades y además, habría modificado varias veces su lugar de nacimiento, con el fin de eludir los antecedentes policiales.

Según publica el diario Página/12, el informe muestra por primera vez el prontuario real de Gardel, en el que aparece con el alias del "El pibe Carlitos". Allí se leen antecedentes de "estafador por medio del cuento del tío".

El documento es un facsímil del 18 de agosto de 1915. De acuerdo al matutino, "Gardel había logrado, por orden del presidente Marcelo T. de Alvear, la destrucción de sus prontuarios, pero en la provincia de Buenos Aires alguien logró conservar dos: el que se conoce ahora y uno de 1904, cuando Gardel era chico y se fugó del hogar".

Los peritos forenses Raúl Torre y Juan José Fenoglio se encargaron de comparar las huellas digitales de 1904, las de 1915 y las de otro expediente de 1923 con el sistema AFIS, la tecnología más moderna en el rubro. Así se determinó que se trata siempre de la misma persona.

El documento de 1904 lo identifica como Carlos Gardez, nacido en Toulouse, Francia, hijo de Berta Gardez. Es probable que el policía que hizo el expediente se haya equivocado poniendo una zeta en lugar de la ese.

Mientras que en el de 1915 es Carlos Gardel, hijo de Carlos Gardel (una persona inexistente) y Berta Gardel, nacido en La Plata
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El 8 de octubre de 1923, en tanto, Gardel sacó pasaporte para una gira al exterior y se presentó en el consulado uruguayo, donde dijo que era nacido en Tacuarembó en 1887, hijo de Carlos y Berta Gardel.

En 1933, Gardel redacta su testamento, donde dice: "soy francés, nacido en Toulouse el 11 de diciembre de 1890 y soy hijo de Berthe Gardés. Hago constar expresamente que mi verdadero nombre y apellido son Carlos Romualdo Gardel".

"Tanto cambio de identidad me hace pensar en lo mucho que pesó aquel prontuario de estafador", afirma Torre.

De acuerdo a la investigación, Gardel habría sido un experto en el "cuento del tío", una estafa habitual en aquella época, que consistía en ir a un bar varias veces y exhibir documentación de haber recibido una importante herencia de un tío en algún lugar del interior. El timador "justificaba" su falta de dinero para poder viajar a buscar el dinero, por lo que le pedía "cedía" a su víctima parte de la herencia a cambio de dinero para emprender el viaje.