El juez Claudio Bonadio les otorgó a los Jinkis la prisión domiciliaria y todos los viernes a media mañana deben presentarse en el cuarto piso de Comodoro Py para mostrar que están a disposición de la Justicia. Son los primeros presos en utilizar el sistema de pulsera electrónica del Ministerio de Justicia de la Nación. El juez limitó sus movimientos a sus respectivos domicilios.

Bonadio les notificó hace unos días de la existencia del pedido de extradición solicitado por Estados Unidos. Desde ese momento corrían los 45 días que tiene el país que pidió la detención para hacer los trámites. Pero eso ha cambiado.

El pedido de extradición llegado desde Estados Unidos tiene como base la siguiente acusación: "Los delitos investigados y que se pretenden juzgar incluyen los delitos de extorsión, fraude electrónico y lavado de activos. Durante la investigación las autoridades estadounidenses obtuvieron evidencias de que Jinkis, ejecutivo de marketing deportivo, fue parte de una asociación ilícita con el objeto de pagar sobornos -que efectivamente se pagaron- y del pago de retornos a funcionarios de la FIFA con el propósito de obtener para sí y para otros ejecutivos de marketing deportivo el derecho comercial a competencias de fútbol, inclusive una competencia programada para llevarse a cabo en los Estados Unidos de América en 2016".