Nuevamente, San Lorenzo no jugó bien. En ningún momento pudo imponer su juego frente a la Universidad de Chile, que atraviesa un pésimo momento. Sin embargo, y dadas las circunstancias, consiguió un resultado valioso. Empató 1 a 1 de visitante y con un futbolista menos, por la expulsión de Diego Braghieri. Ángelo Henríquez abrió la cuenta para el equipo trasandino y Franco Di Santo consiguió el tan valioso gol de visitante para el Ciclón.

El equipo de Diego Dabove sigue con problemas de elaboración. Jugó un primer tiempo flojo pero parejo en el Estadio Nacional de Chile. Nunca pudo imponer su juego ante un equipo notoriamente inferior en cuanto a jerarquía individual, pero casi no sufrió sobresaltos, así como tampoco los generó.

En la segunda mitad, llegaron las situaciones para ambos lados. San Lorenzo llegó a partir de una pelota parada que no pudo terminar de aprovechar Alejandro Donatti, y con algún contraataque de Di Santo, que fue de lo más peligroso en ofensiva. Sin embargo, el que demostró mejor funcionamiento colectivo y mayor control de lo que ocurría en el partido fue el equipo chileno.

Para colmo, a los 16 minutos del segundo tiempo, el equipo de Boedo se quedó con un jugador de menos. Diego Braghieri le dio un pisotón tan violento como innecesario a Joaquín Larrivey, en una pelota dividida que nunca llegó a disputar. Lo curioso, fue que el árbitro brasileño Raphael Claus lo amonestó, y luego, cuando el ex atacante de Vélez y Huracán se sacó la media y mostró los raspones provocados por la infracción, decidió anular la amarilla y expulsarlo.

El criterio para echar al defensor es muy dudoso, ya que las heridas podían corresponder a acciones anteriores o ajenas al partido. Además, demuestra que a primera vista no vio los verdaderos efectos de la falta que sancionó. Sin embargo, la acción fue grosera y la expulsión es indiscutible.

La U insistió y a los 30 del segundo tiempo consiguió la ventaja. El argentino Marcel Cañete tiró un córner desde la derecha al centro del área y el ex Manchester United, Ángelo Henríquez, ganó de cabeza para poner el 1 a 0. Mediante una pelota aérea, donde San Lorenzo se había mostrado fuerte, le convirtieron.

Sin embargo, dos minutos después, el Ciclón pudo encontrar el gol de la tranquilidad, también a partir de una pelota parada. Gabriel Rojas la metió en el área de zurda, desde la derecha, Federico Gattoni la bajó y Di Santo controló y definió contra el palo derecho de Fernando de Paul. El ex Chelsea y Schalke 04, entre otros, consiguió su segundo gol consecutivo. Si bien había logrado convertir también en la primera fecha de la Copa de la Liga ante Arsenal, durante el campeonato anterior había pasado por una difícil sequía y ahora pareciera habérsele abierto el arco.

El equipo de Dabove lo pudo aguantar y hasta podría haber generado algo más si hubiese tomado mejores decisiones en algún contraataque. Con un empate y un gol de visitante, y tras haber jugado casi media hora con un hombre menos, San Lorenzo se llevó de Santiago de Chile una sensación positiva, que tendrá que confirmar el próximo miércoles a las 21.30 en el Nuevo Gasómetro.

Por Juan Minotti