"No voy a hacer cambios para enero. Estoy contento con mis jugadores, confío en mis futbolistas", fue la frase que eligió José Mourinho para cerrarle la puerta al desembarco de Jonathan Calleri al Chelsea para principios de 2016.

Luego de las especulaciones que ubicaban al delantero de Boca en el radar del equipo de la Premier League, el entrenador portugués enfatizó que cuenta con el respaldo del presidente del club londinense, el ruso Roman Abramovich, y agregó: "Yo no tengo que limpiar el vestuario, como fue escrito en los periódicos, y no necesito que el club gaste dinero en enero".
A los delanteros del fútbol europeo como Antoine Griezmann, del Atlético de Madrid, y Gonzalo Higuaín, del Napoli, se había sumado en las últimas horas la posibilidad de incorporar al delantero de Boca.