El certamen fue creado en 1893 por The River Plate Polo Associatión. Desde 1922 es regido por la vigente Asociación Argentina de Polo. 

La Argentina es tierra pródiga en el polo y los 10 de hándicap. Históricamente, en la medida en que el polo argentino sentó su dominio mundial – mientras cada final en la "Catedral del Polo" de Palermo tuvo resonancias más allá de las propias fronteras-, creció el prestigio de los jugadores locales, impulsados por el trampolín de una calidad cada vez más reconocida.

Se trata de uno de los eventos deportivos más importantes del mundo, que convoca a las marcas líderes a asociar su nombre e imagen al polo argentino.