En medio de la dura interna entre los máximos dirigentes de la Academia, tres barrabravas ingresaron a la sede de Avenida Mitre, hablaron con el gerente del club, Juan Pablo Torres Lastra, y habrían pedido las renuncias del presidente, Gastón Cogorno, y del vicepresidente, Rodolfo Molina.

Para los integrantes de la barra, la convivencia entre Molina y Cogorno es "inviable" y el "único camino" sería adelantar las elecciones. Luego de la charla entre los violentos y Torres Lastra, el club decidió darle asueto a todos los empleados administrativos del club. El gimnasio, el bar y el jardín de infantes, que se encuentran en la sede, permanecerán funcionando el resto del día.

Esto se produjo horas después de que aparecieran pintadas en las cercanías del estadio contra ambos dirigentes, que están distanciados desde hace varios meses.

Cogorno y su entorno hicieron un blindaje de información. Sin embargo, según pudo saber canchallena.com, el presidente de la Academia estaría analizando la posibilidad de alejarse del cargo, aunque la intención es que Molina no herede su puesto.