La diferencia entre los dos equipos en el Juego de las Estrellas de la NBA fue tan grande como se preveía. El conjunto de LeBron James contaba desde la elección con jugadores de mucha mejor actualidad de los del combinado de Kevin Durant. Y además, el equipo del alero de Brooklyn Nets, tuvo una gran cantidad de ausencias significativas, incluyéndolo a él mismo. Los elegidos por LeBron ganaron todos los cuartos y se impusieron en el total por 170 a 150. Sin embargo, el ganador el premio al jugador más valioso fue para Giannis Antetokounmpo.

A diferencia de otros años, el partido que reúne a los mejores de la mejor liga del mundo no lució por su paridad. El hecho de haber nombrado capitán a un jugador como Durant, que desde su selección había confirmado que no jugaría por lesión, fue perjudicial para el equilibrio del encuentro. Quienes podrían haber liderado una escuadra contra la figura de LeBron, terminaron todos en su equipo: Stephen Curry, Nikola Jokic, Luka Doncic y Antetokounmpo.

Y además del capitán, al equipo de Durant le faltaron Joel Embiid, quien fue baja de último momento tras confirmarse que tuvo contacto estrecho con un contagiado de COVID-19 y Devin Booker por lesión. Con esas enormes diferencias, el partido fue entretenido, pero nunca estuvo en duda quien se iba a quedar con el triunfo.

En el nuevo formato de encuentro, en el que cada conjunto tiene una causa para realizar una donación, a la cual le aportan dinero con cada cuarto ganado, el equipo ganador se llevó todos los parciales y el resultado total. A pesar de ello, el capitán, James, tuvo pocos minutos en cancha. Se tomó el encuentro con menor competitividad que otros años y quedó prácticamente afuera de la discusión por el premio al jugador más valioso.

Los tres que se lo disputaron, pertenecientes al equipo del “Rey”, fueron Damian Lillard, que tuvo 32 puntos y fue clave en el cierre del partido, Curry con 28 puntos y Antetokounmpo que consiguió 35 y 7 rebotes. Además, el griego tuvo una eficacia perfecta: de 16 tiros intentados en la noche, convirtió todos, incluyendo tres triples, materia que suele ser su principal déficit. Por eso, a la hora de votar, el público no dudó y le otorgo al jugador más valioso de las últimas dos temporadas, el MVP de este partido.

A pesar de no ser el más valioso en el encuentro, Curry se llevó un premio para nada menor, para el que demostró ser indiscutiblemente el mejor. El base de los Golden State Warriors se llevó el concurso de triples, en el que mostró su habitual técnica exquisita y eficacia incuestionable. Se impuso solo por un punto, con un acierto en el último intento frente a Mike Conley, de los Utah Jazz.

Además, Domantas Sabonis se consagró en el concurso de habilidades, que prueba la capacidad de los basquetbolistas en todas las áreas del juego. El lituano de los Indiana Pacers, había perdido el año pasado en la serie decisiva de dicho concurso contra Bam Adebayo, de Miami Heat, que este año no participó.

En el concurso de volcadas, protagonizado por novatos, Anfernee Simons, de Portland Trail Blazers, le ganó a Obi Toppin de New York Knicks, al realizar un salto espectacular e intentar besar el aro antes de meter la pelota. A pesar de que no lo logró, su admirable potencias de piernas lo colocó como ganado.

Por Ignacio Minotti.