Con el presidente Javier Cantero, reprobado e insultado por toda la concurrencia, al frente de la reunión que se llevó a cabo en el gimnasio Radrizzani del segundo piso en avenida Mitre 470, el balance fue aprobado con lo justo, por 25 votos a favor y 23 en contra.

De este modo, el ejercicio, que entregó un saldo negativo de 392.697.917,89 pesos, halló el visto bueno en el marco de una "votación que fue escandalosa e inentendible", según reclamaron no sólo desde la oposición sino también algunos componentes disidentes del oficialismo.

El comienzo de la Asamblea estaba pautado para las 19. Pero recién una hora y diez minutos después, el titular `Rojo` y buena parte de su Comisión Directiva ingresó al recinto y ocupó las sillas que se diseminaron sobre el gimnasio.

A esa altura, los casi 300 socios (muchos no pudieron ingresar al edificio porque la Policía provincial adujo que "el lugar es chico", según contaron testigos) que presenciaron la Asamblea ya habían `marcado el territorio` y hostigaban permanentemente al presidente.

"Che (Javier) Cantero, la c... de tu madre, a ver si te das cuenta que no te quiere nadie", "A ver, a ver los dirigentes si pueden oír, nos mandaron al descenso, se tienen que ir" o "Oficialismo, oposición, váyanse todos a la p... que lo parió" fueron los vehementes cánticos elegidos por los hinchas presentes, entre los cuales no se divisaron, en esta ocasión, participación de la barra brava de la entidad.

A diferencia de lo ocurrido en junio pasado, cuando la Asamblea se transformó en un verdadero pandemónium y se registraron agresiones de los simpatizantes a los miembros de la CD, durante la jornada se vivió un clima tenso y hostil hacia los directivos, pero no se apreciaron desmanes evidentes, más allá de alguna botella de plástico o desodorante que se arrojó al piso.

Las banderas que se ubicaron sobre los balcones, en todo caso, fueron también un índice elocuente de la animosidad que la figura del presidente despierta hoy en día: "Aprobar el balance es traicionar al CAI" o "Maldita CD, elecciones" rezaban dos trapos que colgaban de las barandas.

Pero los insultos no sólo fueron para los representantes del oficialismo sino que también la `ligaron` los directivos opositores. Así, cuando Walter Mallo, de Lista Roja, por ejemplo, solicitó la palabra, una rechifla generalizada invadió el gimnasio.

Entonces, en un contexto de confusión y desorden, con declaraciones de unos y otros que no se escuchaban, se solicitó la aprobación del balance. Mientras los directivos de la oposición solicitaban que la votación fuese nominal, el oficialismo aclaró que eso "no es necesario".

Así se procedió a alzar la mano y se contaron 25 votos a favor y 23 en contra (8 disidentes de la actual CD, 12 de la agrupación Nueva Generación Roja y 3 de la Lista Roja), pero sobre el ambiente quedó la sensación de que se había pergeñado "algo inentendible", según confiaron a Télam miembros de la oposición.

Acto seguido, y custodiado por efectivos policiales y agentes de seguridad privada, Cantero y sus compañeros de CD se alejaron del gimnasio, en medio del griterío y los insultos. El balance más negativo en la historia del fútbol argentino ya contaba con el visto bueno.