En el arranque nomás, Ghana mostró una voracidad ofensiva que contrastó con la abulia estadounidense y con la propia anemia futbolística de todos los equipos africanos en la primera fase.

El campeón mundial juvenil pareció entender la instancia que se jugaba, y la oportunidad histórica de igualar los cuartos de final de Camerún en Italia 90, la mejor actuación de un equipo de ese continente en la historia.

A los 5 minutos, una buena jugada personal de Prince Boateng (se desmarcó y remató en gran forma desde afuera) les dio la ventaja a los africanos.

A partir de allí, el dominio de los africanos fue contundente, frente a un Estados Unidos con demasiada calma para estar jugándose los octavos de final.

En la segunda parte, en cambio, el equipo norteamericano intentó avasallar a su rival, y enseguida se armó un partido vertiginoso y de ida y vuelta.

En ese contexto, el héroe norteamericano en este Mundial, Donovan, marcó el empate poco antes de los 20 minutos, para ponerle más picante al trámite, aprovechando el penal cedido por el zaguero ghanés Jonathan.

Los últimos minutos fueron trepidantes, pero imprecisos. Ambos buscaron el arco contrario con generosidad, pero rara vez lo encontraron.

En el arranque nomás del alargue, una corrida esquemáticamente muy parecida al segundo gol de Palermo para Boca contra el Real Madrid en el 2000 le permitió a Gyan marcar el 2 a 1.

Después, Ghana hizo un gran primer tiempo suplementario, haciendo control de pelota a piacere.

En la segunda parte, Estados Unidos logró adueñarse más de la pelota, y Ghana se vio obligado a aguantar como se pudiera, pero los norteamericanos no se acercaron más que a través de pelotazos confusos, con un árbitro que descontó casi 3 minutos, aunque no se paró nunca el juego.

Finalmente, el triunfo de Ghana fue un premio al que supo jugar mejor al fútbol. Ambos fueron generosos, pero Estados Unidos es un equipo que sólo sabe hacer lo correcto, en un deporte que es la dinámica de lo impensado.

Por eso, venció Ghana: porque tuvo talento, picardía e inteligencia en los momentos indicados.