. La salida de Américo Gallego desató una nueva complicación, pero resultó una elección del presidente de los Rojos. Es que ayer Javier Cantero reconoció que necesitaba descomprimir la situación y entendió que eso iba a suceder sacando del cargo al entrenador. Una medida que resulta, al menos, curiosa, porque no brotan los candidatos dispuestos a tomar el control de un grupo que no tiene rumbo y está al borde de perder el privilegio de pertenecer a la máxima categoría. Si hasta esperan que hoy Jorge Fossati acepte la propuesta para poder tener un entrenador para salir al campo el fin de semana próximo, cuando los Rojos se midan con otro rival directo en la lucha por no descender: Atlético de Rafaela.

"Fue unanimidad en la comisión directiva. Los resultados no se estaban dando y teníamos que descomprimir la situación. Él [por Gallego], por amor a Independiente, de manera totalmente desinteresada, dijo que si esto servía daba un paso al costado. Él estaba dispuesto a seguir hasta el final, pero aceptó por agradecimiento a un club al que tanto quiere." Las palabras de Cantero, en las que reconoce que "invitaron" a Gallego a renunciar, contrastan con aquellas que, el viernes pasado, tras el empate 1-1 ante Unión, pronunció en Avellaneda: "Por supuesto que sigue".

En definitiva, esta cantidad de cambios en el camino de Independiente es lo que lo ponen al borde del abismo. La búsqueda de un conductor se puso en marcha ayer y las charlas con Fossati parecen haber tentado al DT, que postergó un viaje que tenía programado a Qatar. Incluso hoy volverán a reunirse y varios integrantes de la comisión directiva de la entidad de Avellaneda confían en que el técnico uruguayo dará el visto bueno y pasado mañana estará entrenando al plantel en Villa Dominico.