A pesar de la intensa lluvia, el Obelisco porteño se colmó de hinchas de River, quienes se juntaron para comenzar un festejo que se extendió hasta la madrugada.
 
Pasada la medianoche, e instantes después de haber levantado por tercera vez en la historia la Copa Libertadores, unos tres mil hinchas ya se encontraban en el emblemático lugar para comenzar con la fiesta.