Un obseno gesto de Angel Di María generó polémica tras la victoria de Real Madrid (3-0) ante Celta en el Santiago Bernabéu.

El Fideo, al ser reemplazado por Gareth Bale, escuchó los silbidos generalizados en el estadio y se agarró la sus genitales, en señal de respuesta.

El rosarino, desafortunado en su juego durante todo el choque, fue silbado por gran parte de la afición en algunas fases del encuentro. Las protestas se acentuaron en el momento en el que el entrenador, Carlo Ancelotti, decidió sustituirlo, a los 20 minutos del segundo tiempo, por el galés Bale.

Tras el partido, Ancelotti restó importancia a la situación: "Di María intenta jugar como todos. Está en una etapa en la que el Bernabéu le pita, como a todos. Ha trabajado. Lo he cambiado porque necesitaba poner a dos jugadores más frescos".

"No he visto ningún gesto suyo. Si lo ha hecho, para mí no pasa nada. Es un error. Si ha contestado al público, ha hecho dos errores. La vida sigue", agregó el entrenador de Real Madrid.