Mientras el mediocampista Diego Perotti viaja hacia Buenos Aires, adonde arribará esta noche para sumarse posiblemente mañana al equipo que dirige Carlos Bianchi, el plantel xeneize se entrena en doble turno, en medio de rumores sobre el descontento de varios jugadores por el ritmo de las prácticas.

Esta mañana, antes de comenzar el entrenamiento, Bianchi habló con los jugadores en una de las canchas auxiliares de Casa Amarilla, donde luego de la charla con el DT con todo el plantel, los futbolistas realizaron fútbol en espacio reducido.

El entrenamiento se desarrolló en medio de un clima de versiones que incluyen una pelea en el entretiempo en Salta, en el partido que los suplentes de Boca perdieron el lunes 2-0 ante Gimnasia y Tiro, entre Claudio Chiqui Pérez y Marcelo Herrera, ayudante de Bianchi.

Al respecto, el defensor xeneize confirmó el entredicho, aunque expresó su sorpresa porque "quieren agrandar algo que es muy común que pase en el fútbol".

"Yo entré al vestuario en el entretiempo, veníamos jugando mal contra un equipo del Argentino A y estaba caliente porque el plantel que entró a jugar el partido era de los denominados `suplentes` del primer equipo de Boca, y eso es un honor, por eso mi enojo", dijo el jugador en medios radiales.

"Volví al vestuario con bronca, insultando al aire porque estábamos jugando mal, una cosa lógica en el fútbol", agregó el jugador. "Entonces Marcelo (Herrera) me dijo que me calme, que me quede tranquilo y que había que revertir la situación. Ahí quedo todo. Yo tengo muy buena relación con Marcelo", concluyó el Chiqui.