Ya sin chances de competir por el título, Boca comienza a hacer su balance de 2013. El primero, por lógica, fue el entrenador, Carlos Bianchi, quien aseguró que el año "fue mediocre", pero aclaró que, de cara al futuro, "tiene muchas más ganas".

"(Este año) me sirvió para demostrar que no tenía el celular de Dios, que eran los jugadores los que ganaban los partidos. Hemos trabajado, pero no pudimos tener la regularidad para poder ser el mejor. Sacando este campeonato, el que termina arriba es el que tiene mayor regularidad. Tenemos mucho para dar, hay que ser realistas. Los jugadores dieron el máximo, no creo que ninguno se haya guardado algo, eso es reconfortante", reflexionó el Virrey en conferencia de prensa.

"Lo que molesta es que cuando tuvimos que decir presente, no lo hicimos. Nos dieron posibilidades y no las aprovechamos. No merecíamos pelear hasta el final. El principal rival de Boca fue Boca, siempre lo dije, y me contestaron que no", agregó Bianchi, quien sostuvo que termina el año "preocupado".