La mano de Ariel Rojas paralizó no sólo al Monumental, sino también a los miles de espectadores que vibraban con el apasionante final del River-Racing. "¿Qué hizo? ¿Cómo va a meter la mano ahí?", las preguntas invadieron las conversaciones, las transmisiones deportivas y las redes sociales.

También volvieron los "fantasmas" de la mano de Adalberto Román que le costó un penal en contra en la ida de la Promoción de 2011, que le terminó costando el descenso al Millonario frente a Belgrano.

Después, el final de la historia, con Leandro Chichizola como héroe, es conocida. Pero, ¿qué quiso hacer el volante?

"Si la bajaba Cahais, iba a estar peligroso. No había quedado ninguno alto para cabecear con la expulsión de Maidana", explicó Rojas en medios radiales. "No sé si la gente lo entenderá, o no, lo que más me reconforta es el aguante del grupo", agregó.

Luego, en referencia a su carrera, confesó: "Recurro a un psicólogo deportivo desde que tengo 18 años".