De la mano del volante Ángel Di María, la figura de la cancha, Argentina siempre fue màs que Bolivia y marcó mediante el ex Rosario Central (PT 25m. y ST 9m., de penal) y el delantero Sergio Agüero completó la goleada en tres ocasiones (PT 29m. y 31m.; ST 5m., el primero de penal) en el estadio Bicentenario que tuvo como árbitro al chileno Jorge Osorio.

El equipo de Gerardo Martino, a pesar de la lesión del arquero Sergio Romero en el final del primer tiempo, tuvo una noche ideal en la templada noche sanjuanina porque plasmó la idea de juego del entrenador (remarcada en los últimos entrenamientos) y porque principalmente encontró a un Di María renovado, lejos de las últimas imágenes con su equipo, Manchester United, en un fin de temporada que entre lesiones y decisiones del DT holandés Louis van Gaal lo dejaron varias veces fuera del equipo.

 
Di María, ovacionado y el más mimado por los sanjuaninos, fue el eje del conjunto albiceleste en ataque, especialmente con sus desbordes por el sector izquierdo (Edemir Rodríguez padeció más de una vez su talento), pero también tuvieron un gran partido los mediocampistas Éver Banega y Fernando Gago que recuperaron, presionaron y aportaron en ofensiva.