Aunque no hubo parte médico, el equipo a cargo de su tratamiento le quitó este domingo los puntos a la jefa del Estado, uno de los últimos pasos que faltaban en el período de reposo de 30 días que le exigieron tras la intervención quirúrgica. Allegados a la jefa del Estado informaron que está "de buen ánimo".

Cabe destacar que durante esta semana, la Presidenta deberá dejar la quinta de Olivos -aunque no hay un día previsto- para ir a la Fundación Favaloro, en el barrio de Balvanera, donde le harán una nueva tomografía computada. Con ello, la mandataria cumplirá los pasos previstos en el posoperatorio. La tomografía de control que le harán en las próximas horas será para descartar que no hayan quedado restos del hematoma que le sacaron del lado derecho del cráneo.

Es de recordar que la Presidente debe cumplir un "estricto" reposo, que los médicos que la asisten fijaron en 30 días desde que dejó el sanatorio, con lo cual debería volver formalmente a la actividad en la semana del 11 de noviembre. Entre tanto, no recibe a los funcionarios, si bien algunos de ellos van a la quinta de Olivos. Se mantiene alejada del día a día de la gestión, que delegó en el vicepresidente Amado Boudou.

Y aunque la campaña para las próximas elecciones entra en su hora de definición, la jefa de Estado seguirá ausente, mientras que Boudou se mantendrá dedicado a las cuestiones protocolares. El cierre de la campaña kirchnerista será el jueves en Lomas de Zamora, con Martín Insaurralde y Daniel Scioli.