El árbitro Mauro Vigliano, que el sábado definió el clásico Racing-Independiente inventando un penal escandaloso en el descuento, cuando el partido se extinguía, reconoció hoy su inexplicable error, probablemente buscando mitigar las consecuencias de del mismo.

"No hay palabras para describir lo que siento. Solo los árbitros sabemos lo que nos genera este tipo de situaciones", dijo sin pensar en lo que sienten los hinchas ultrajados y los jugadores jóvenes que cobran premios y viven de ello.

Vigliano sigo con su autocompasión: "Quiero dejar bien en claro que el árbitro es el primero que desea que su partido no tenga inconvenientes. Sin errores gravitantes como el que tuve, que fue determinante. Entiendo al hincha que se siente perjudicado por el error, pero lo que la gente no sabe es lo mal que se siente uno", continuó, autorreferencial.

El referí intentó excusarse en el programa Sportia: "Fue una fracción de segundo, con un plano único, a una única velocidad en que la acción sucedió. Errar en una decisión gravitante es doloroso, porque uno quiere hacer bien su trabajo para volver con su familia y estar con su círculo íntimo. Eso lamentablemente no sucedió, porque mi familia sufre tanto como yo" indicó, ampliando un poco el círculo de personas sufrientes a su propia famlia.

“La gente que me conoce y sabe de mi honestidad me escribió mensajes de apoyo", expresó, sin dar cuenta de cuantos mensajes recibió en dicho sentido. "Cuando vi las imágenes quise hacer un agujero en la tierra y meterme. Lamento cómo no pude ver mejor la jugada. Busqué explicaciones en la ubicación o en algún agente distractor que me haya sacado concentración”, manifestó.