Una sesión larguísma, mas de veinte horas, que terminó siendo escandalosa, y cuya conclusión fue la sabida previamente: la modificación del impuesto a las ganancias propuesta por el Poder Ejecutivo, fue aprobada por unanimidad.

"Debatieron" casi un día completo y de corrido, para luego votar todos lo mismo. No sin antes, registrar un escándalo de proporciones cuando el diputado Fernando Iglesias decidió que era momento de hacer caso a la naturaleza y fue el baño. Al salir, fue su banca a decir que había sido amenazado y empujado con violencia, por un legislador del Frente de Todos, sin mencionar cual de ellos.

Los gritos se multiplicaron, la cosas se pusieron espesas, el nivel de la discusión política, entró (como casi siempre) de lleno en el terreno del ridículo. La diputada Gabriela Cerrutti denunció que por la red social Twitter, el propio Iglesias la había tratado de loca, y el presidente del cuerpo, Sergio Massa, suspendió la sesión unos minutos.

Llamó a los presidentes de bloque, y armó una "comisión investigadora" para analizar el empujón a Iglesias en el interior del cuarto de baño.

En definitiva, ahora el Senado deberá tratar la cuestión para darle la media sanción faltante, de modo tal que los trabajadores que ganen más de 150 mil pesos netos, dejen de pagar el impuesto a las ganancias. Cuando salga la sanción definitiva, la norma será retroactiva a enero y el estado devolvería los montos retenidos a los trabajadores involucrados, en ese concepto.