Boca no le encuentra la vuelta, no tiene rumbo. No se entiende bien a que juega, y lo poco que se puede decodificar, es que pone todas las fichas a un pique del colombiano Villa, o algún arresto individual de Tévez o Cardona. El resto es meterse atrás, cosa que no le resulta cuando su rival hace lo que se hace casi siempre jugando contra Boca, meterse atrás.

Ayer en Santa Fe transcurrió un primer tiempo anodino, Unión no perdió el orden, contragolpeó solamente cuando pudo sin arriesgar nada, y Boca sin ideas, dependió de alguna pelota filtrada de Edwin Cardona. Justamente este último, ejecutó un tiro libre con maestría que el arquero Tatengue sacó al corner. Y fin de la etapa.

En el segundo tiempo Russo, el DT de Boca, debió sacar a Marcos Rojo por lesión y pasó de una línea de cinco defensores a cuatro, porque en su lugar entró el intrascendente Soldano.

Y lo único que cambió fue que a los 4 minutos, en uno de los "contragolpes cuidados" de Unión, vino el centro atrás y había un central menos, de modo que el chileno Peñanillo, la empujó adentro.

Hay que decir que el ingreso de Soldano no le agregó nada a Boca. desde que despidió a Wanchope Abila, Boca no tiene un centrodelantero con pero. Tévez no siente el puesto y ya no está en condiciones físicas de fajarse con los centrales. Y Soldano no parece un nueve. Si alguna vez lo fue, parece que ya no.

Para peor, a los 15 minutos tuvo que salir Cardona, quien después de su lesión, todavía no está para jugar un partido completo. Y se acabaron las pocas ideas que había. Mauro Zárate, su reemplazo, hace tiempo que no aporta nada. Retiene demasiado la pelota, quiere eludir rivales pero no le sale y la pelota vuelve al contrario.

En esa situación, no pasó casi nada más. Boca tiró centros, unos pocos, pero nunca generó peligro, y se fue de Santa Fe sin nada, ni los puntos, ni un juego que le permita soñar.