Hay elementos centrales para que un Estado exista como tal. Debe tener territorio donde imponga sus normas y su dominio, una población a la cual conducir y que produzca bienes y servicios, y especialmente, debe tener moneda, una monedaútil para efectuar las transacciones.

La existencia de criptomonedas que no controlan los Estados nacionales es fuente de preocupación en todos ellos, especialmente en los mas desarrollados que tienen tiempo para atender otras necesidades que no son urgencias cotidianas.

Buena parte de las gandes inversiones que hasta hace muy poco se hacían en dólares, euros, yuanes, hoy se realizan en criptomonedas y cada día esa tendencia crece. Regularlas, es una ambición de los Estados, obviamente para controlarlas.

La que dió el primer paso fue Turquía, quien decidió prohibir las transacciones con criptomonedas en su territorio. La prospectiva que puede hacerse de tal decisión no es buena. Las prohibiciones, especialmente en materia económica, generan mercado negro y el resultado termina siendo peor: transacciones ocultas de las que el Estado ni siquiera toma conocimiento, hasta que terminan copando la economía.

Algo así como lo que ha pasado en nuestro país con el dólar blue, con la diferencia que las criptomonedas no permiten "allanar las cuevas", se operan desde un teléfono, en el bar de la esquina.

La experiencia Turquía en la materia, de todos modos, merece ser observada, para ver el compartamiento de los inversores, en una medida que todos los Estados ambicionan tomar.