El gobierno nacional puso a la Secretaría de Seguridad que encabeza Sergio Berni al frente de la lucha contra el narcotráfico, al transferirle funciones que pertenecían a la órbita de la Sedronar. La presidenta Cristina Fernández firmó el decreto 48\2014, publicado hoy en el Boletín Oficial, en el que detalla que transfiere las funciones relativas "a la lucha contra el narcotráfico a la órbita de la Secretaría de Seguridad".

Según se explica, la decisión surge al considerar que "el uso indebido de drogas ilegales es uno de los más grandes retos a los que se enfrenta el mundo en la actualidad, presente en todos los países y afectando a todos los grupos sociales y a gente de todas las edades, cuya magnitud y efectos ponen a prueba, entre otros, a los sistemas de salud, enseñanza, justicia penal, bienestar social, seguridad, y hasta los sistemas económicos".

"Deviene necesario realizar la coordinación del accionar de las fuerzas de seguridad nacionales y provinciales para reducir, aún más, el tráfico ilegal de drogas y precursores químicos", detalla el decreto. La transferencia de funciones que hasta ahora dependían de la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la lucha contra el Narcotráfico se dio a conocer pocos días después de las denuncias de irregularidades que realizó el nuevo titular de ese organismo, el cura Juan Carlos Molina.

Entre otras cuestiones, Molina sostuvo recientemente que al asumir se encontró con "directores de áreas designados en forma anómala, con una simple resolución del subsecretario, que cobraban sueldos de hasta 27 mil pesos, y realizaban contrataciones irregulares por 800 mil, entre los que se destacan facturas por gastos de 90 mil pesos en almuerzos en la zona del microcentro porteño".