“Me parece que los defensores de la fuga de laboratorio pueden explicar todos los datos disponibles sobre el SARS 2 mucho más fácilmente que aquellos que favorecen la emergencia natural”, fue la frase mas concluyente que escribió el prestigioso periodista científico, Nicholas Wade, en el Bulletin of Atomic Scientists.

“Nadie ha encontrado la población de murciélagos que fue la fuente del SARS2, si es que alguna vez infectó a los murciélagos. No se ha presentado ningún huésped intermedio, a pesar de una búsqueda intensiva por parte de las autoridades chinas que incluyó la prueba de 80.000 animales”, concluyó además.

El artículo explica incluso que: “No hay evidencia de que el virus realice múltiples saltos independientes desde su huésped intermedio a las personas, como lo hicieron los virus SARS1 y MERS. No hay evidencia de los registros de vigilancia hospitalaria de que la epidemia estuviera cobrando fuerza en la población a medida que evolucionaba el virus. No hay explicación de por qué debería estallar una epidemia natural en Wuhan y en ningún otro lugar”.

Para concluir, Wade deja un sentencia determinante: “la teoría de la emergencia natural lucha contra una serie erizada de inverosimilitudes”.