No es el mejor momento para Diego Schwartzman en la superficie en la que mejor le suele ir. Las últimas semanas de la gira de polvo de ladrillo, que culmina en Roland Garros, le han traído eliminaciones duras.

Primero, aquella en cuartos de final del ATP 500 de Barcelona frente a Pablo Carreño Busta, un rival duro pero contra el que llegó a estar 5-2 arriba en el set decisivo. Luego, cayó el miércoles pasado en tres sets en su debut en el Masters 1000 de Madrid contra Aslán Karatsev.

Y este martes, en su primer partido en el Abierto de Roma, el último Masters 1000 antes de Roland Garros, el argentino perdió claramente contra el canadiense de 20 años, Félix Auger-Aliassime.

Si bien ni este último ni Karátsev son rivales sencillos para comenzar un torneo, lo que resalta es el modo en el que lo derrotaron. Fue muy superado, prácticamente nunca estuvo en partido y cayó 6-1 y 6-3. El “Peque” cometió muchos errores y algunos en momentos clave.

Por ejemplo, tuvo seis doble faltas, una de ellas en el inicio del último set cuando sacaba 15-40. Ese error le permitió a su rival quebrar por primera vez en el parcial definitivo, sacar ventaja solamente a partir de mantener su saque y recién volver a conseguir un break en el último juego del partido para sentenciar la historia. Además, tuvo un solo tiro ganador en el partido y 25 errores no forzados.

Más allá de los fallos del argentino, que a principios de semana cayó del puesto 9° al 10° en el ranking de la ATP, enfrente hubo un joven en buen nivel. Auger-Aliassime casi no tuvo aspectos bajos en su juego. Tuvo aces, cinco, ganó el 76% de los puntos con su primer saque, pero un 91% con su segundo, es decir que no dependió tanto de su servicio y no tuvo grandes fisuras ni con su derecha ni con su revés a dos manos.

A Schwartzman le quedan un par de semanas aún para mejorar de cara al Abierto de Francia, el torneo más importante de polvo de ladrillo. Además, allí deberá defender bastantes puntos, dado que en la edición 2020 del campeonato, realizó su mejor actuación histórica en un torneo de Grand Slam, dado que llegó hasta las semifinales y allí cayó con el implacable Rafael Nadal.