En su primera aparición pública desde que puso fin a una huelga de hambre de varias semanas, el crítico del Kremlin encarcelado Alexey Navalny parecía visiblemente más delgado en una audiencia judicial, a la que asistió a través de un enlace de video.

La audiencia estuvo relacionada con la apelación de Navalny contra una condena por difamación que se le impuso en febrero por supuestamente insultar a un veterano de la Segunda Guerra Mundial en la cual se le ordenó pagar una multa de 11.500 dólares. 

Durante la audiencia, Alexey Navalny se dirigió a su esposa Yulia, quien estaba en la sala del tribunal. “Ayer me llevaron a una bania [sauna rusa] para lucir bien hoy. Me miré a mí mismo: soy un esqueleto horrible.

Estoy en una forma horrible, como si estuviera en séptimo grado, dijo. “Si me quito la ropa, me veré mucho peor. Ayer comí cuatro cucharadas de avena, hoy tengo lo mismo y mañana comeré seis cucharadas de avena. Estoy esperando hasta comer 10 cucharadas de avena al día. Será un gran avance", dijo el hombre de 44 años que ha denunciado los cargos de difamación como parte de los esfuerzos oficiales para desacreditarlo.

En la misma , también lanzó un ataque contra el presidente de Rusia Vladimir Putin en el proceso. “Quiero decir, mi querida corte, que su rey está desnudo, y más de un niño pequeño está gritando por eso", dijo Navalny, quien lucía notablemente desmejorado psicológica y físicamente aunque no mencionó el hecho de no sentir las extremidades inferiores, como habían denunciado sus abogados.

“Millones de personas están gritando al respecto. Veinte años de gobierno incompetente han llevado al siguiente resultado; se le cae una corona de las orejas, hay mentiras en la televisión, hemos gastado billones de rublos (moneda rusa) y nuestro país sigue sumido en la pobreza .Como era de esperar, los economistas escriben cartas y dicen que los últimos años deberían llamarse una década perdida", expresó Navalny quien parece no tener paz.

El último episodio de una serie de batallas judiciales entre funcionarios rusos y el opositor se produjo cuando los aliados del crítico del Kremlin anunciaron que cerrarán su red de oficinas de campaña en medio de una intensa presión de Moscú.