Simón Salzberg, jefe de la Unidad Médica Presidencial, destacó por Continental que "El corazón del Presidente Macri está sano; esto no deja secuelas. Habrá medicación durante tres o cuatro semanas y se verá la evolución con exámenes semanales. En general, restricciones laborales no va a tener ninguna, ni va a tener ningún tipo de sedación. El estrés pesa mucho en estos casos, aunque no se puede medir. Él se preocupó, pero no se asustó", relató. 

"El Presidente empezó a sentir palpitaciones el viernes a la tarde. Cuando él nos consulta, lo ve el médico que estaba en Olivos y detecta un pulso irregular. Cuando detectamos la fibrilación auricular, actuamos como siempre. Habitualmente, remiten espontáneamente. Entonces esperamos una hora y media y cuando hicimos el segundo chequeo, persiste la arritmia. Entonces decidimos intentar la reversión y la clínica donde lo íbamos a hacer", explicó en La Mirada Despierta. 

"Se decidió ir a la Clínica de Olivos porque estaba más cerca que el Hospital Fernández. Se le hizo una ecografía para ver cómo está el corazón, algo de rutina, además del electrocardiograma. Después el Presidente pasó una noche tranquila. Quedó con medicación antiarrítmica y anticoagulante", sintetizó Salzberg.