su edición impresa, la revista The Economist, de Londres, analizó la situación actual de la economía argentina y venezolana y las perspectivas a futuro de mantenerse las actuales políticas oficiales sobre la temática.

El artículo comienza preguntándose si alguno de estos dos países podría ser catalogado como un "caso atípico" dentro del contexto sudamericano, título ingrato atribuido generalmente a Grecia en el contexto de la crisis del euro. Sobre el final, consideró que mientras la Argentina puede ser considerada de esa manera, a Venezuela probablemente le quepa aún una peor denominación.

"Ambos han estado viviendo a lo grande durante años, alegremente repartiendo el producto de un auge de los commodities irrepetible (el petróleo en Venezuela, la soja en la Argentina). Ambos han estado usando una combinación de intervenciones de los bancos centrales y los controles administrativos para mantener los tipos de cambio, provocando que la inflación se eleve. Ambos se enfrentan ahora un merecido devenir", augura el matutino.

Entre las problemáticas compartidas, se destacan las dificultades para mantener el dólar a raya, la caída de las reservas y la inflación, la cual tiene un futuro incierto.

Si Argentina es un caso atípico, Venezuela corre el riesgo de perderse en una categoría totalmente diferente

En cuanto a las reservas, dice que "ambos países han menguado el arsenal con el cual defienden sus monedas sobrevaloradas. Las reservas de oro y moneda extranjera, que se situó en casi u$s30 mil millones a finales de 2012 en Venezuela, se redujeron a poco más de u$s21 mil millones la semana pasada. Sólo alrededor de u$s2 millones existen como activos líquidos".

"Ecoanalítica, una firma de investigación, estima que el Gobierno también puede echar mano de alrededor de u$s13 mil millones de fondos opacos, fuera del presupuesto. Las reservas de la Argentina también han estado cayendo", agrega.