Los torneos previos no eran el mejor preludio. El Peque Schwartzman estaba perdiendo todas las primeras rondas con jugadores de un nivel paupérrimo, lo cual no hablaba bien de su juego y además, no le permitía completar una zaga de partidos adecuada para su preparación para el Abierto de Francia.

Pero sorprendió y ya está en octavos. Con relativa facilidad, dió cuenta de una amenaza, el alemán Phillipe Kohlschreiber (un duelo de apellidos complicados), por un sencillo 6-4, 6-2 y 6-1.

Con este resultado Peque llega a octavos de final, está entre los 16 mejores de Roland Garros, al igual que el otro argentino, Federico Delbonis.