La eliminación fue dura y seguramente dolorosa para Diego Schwartzman, porque era un firme candidato en el ATP Masters 1000 de Miami. Pero, se encontró con un joven en su mejor día y poco pudo hacer. Cayó en tres sets, 6-3, 4-6 y 7-5 frente al estadounidense de 20 años Sebastian Korda y se quedó afuera en octavos de final.

El hasta ahora 86° del ranking de la ATP es hijo del checo Petr Korda, ex número 2 del mundo y ganador del Abierto de Australia de 1998. El “Peque” arrancó algo desenfocado y en el segundo game de partido perdió su saque luego de cometer dos dobles faltas. Y tras arrancar 0-30 arriba en el tercero, volvió a flaquear y el estadounidense confirmó el break.

Fue quizás el único momento del partido en el que con su bajo rendimiento contribuyó a lo que fue el muy buen nivel de su rival. La joven promesa local tuvo un set fantástico en el que hizo gala de su gran revés y dominó las acciones. Mantuvo su saque casi sin dificultades y forzó en todos los juegos de saque del argentino al límite. Finalmente se llevó el parcial 6-3.

En el segundo, el “Peque” fue un poco más agresivo e intentó tener mayor dominio de las acciones. En el primer game de saque del estadounidense tuvo varias oportunidades de quiebre, pero, a pesar de su mejoría, se encontró con un rival que no bajó el nivel y salió bien del aprieto.

En la siguiente oportunidad, en el cuarto juego, volvió a presionar a Korda y a partir de una doble falta logró quebrarlo por primera vez en el partido. El argentino falló en su saque inmediatamente después y permitió a su rival volver a equilibrar las acciones. Pero, al final del set y no sin sufrir, volvió a romper el servicio de su talentoso rival e igualó el partido.

En el inicio del parcial definitivo, otra vez el trámite se complicó para el “Peque”. Korda volvió a levantarse luego de un muy mínimo bajón en el segundo set y quebró en su primera chance. Y Schwartzman, que no jugó ni su mejor ni su peor partido, pagó muy caro los errores que cometió y pocas veces pudo generarle la misma sensación a su rival.

El “Peque” sacó su carácter y experiencia y recuperó el quiebre para igualar 5-5. Le dio un poco de suspenso a la cuestión, pero finalmente, el local se impuso 7-5 y se llevó un partido, en el que jugó un muy alto tenis, algo que se reflejó en sus 37 tiros ganadores realizados.

A pesar del nivel y el partido especial de su rival, no deja de ser poco habitual para un top ten como Schwartzman, dejar escapar este tipo de partidos. Y, más allá de las particularidades del caso, este tipo de derrotas imprevisibles es una de las cuestiones que el argentino debe mejorar para mantenerse entre la élite de los 10 mejores del mundo, dado que no es la primera vez que le sucede.