Si la intencionalidad es intimidar a los productores a que se desprendan de su capital de trabajo es pan para hoy y hambre para mañana. Si se dilapidan los recursos, o no se actualizan en función de la inflación llega un punto que el productor va a terminar endeudándose para poder volver a sembrar. Vamos a resentir la producción”, manifestó.

“No pueden obligar a vender. Tiene haber un marco legal lo cual me parece una locura. De la campaña pasada queda muy poca soja porque ya se empalma la campaña nueva. Hubo un 25 por ciento menos de producción”, agregó.

Por otro lado, Garetto señaló: “La Junta Nacional de Granos funcionó en una época donde los niveles de producción eran muy bajos. Hoy no hay estructura. No hay los recursos financieros para solventar la operatoria comercial. Es una idea descabellada”.

“Es necesario que el Estado regule, pero que sea un operador monopólico es una experiencia que ya sabemos los resultados”, finalizó.