Los ministros de Economía, Axel Kicillof, y Planificación Federal, Julio De Vido anunciaron una “reasignación de subsidios” para los servicios de agua y gas, que implicará “una reducción del 20%” en los mismos. Kicillof reivindicó “el éxito” de la política de subsidios que, dijo, fue “deliberada” para incentivar la competitividad de las empresas y el modelo de crecimiento con inclusión social. “Leyendo hoy la prensa y las opiniones de algunos analistas me consta que ha habido algunas especulaciones y alguna teorías muy equivocadas acerca de lo que estamos anunciando hoy. Quiero hacer una reivindicación de la política de subsidios en el terreno de lo que son los servicios públicos”, señaló.

“A los usuarios industriales se les cobra menos porque desde 2003 tenemos un modelo de crecimiento y fomento de la producción y la red de estos costos para las empresas representa un incentivo a la competitividad; los subsidios son un factor de competitividad. Además, hay que decir que el costo de estos impuestos significaba en 2003 un 5% del salario mínimo, y hoy implica un 0,5%, pese al enorme crecimiento en el uso de estos servicios que tiene que ver en gran parte con la extensión de la red de gas y agua potable en todo el país”.

Kicillof explicó que se premiará “el consumo responsable”. Así, quien reduzca el consumo de estos servicios en un margen de entre el 5 y el 15 por ciento recibirá una quita mayor. La quita se efectivizará en tres etapas, distribuidas entre abril, junio y agosto.

Kicillof argumentó que, desde el punto de vista de los consumidores, “los subsidios representan un incremento en su ingreso disponible para el consumo, y es central para nosotros porque la política de subsidios representa una mejora en el poder adquisitivo” y es un “elemento dinamizador del mercado interno”. Los subsidios, añadió, permitieron a la economía “crecer de una manera holgada como lo ha hecho los últimos diez años”, tras recordar la necesidad que había de esta herramienta en “2003 cuando había falta de trabajo”.

“El consumo de gas domiciliario creció en 10 años 39,6 por ciento, ha habido aumento formidable de la demanda domiciliaria de gas por mejor poder adquisitivo de los salarios y por la ampliación de la red de gas en domicilio, que ha llegado a regiones donde antes no estaba. La redistribución de subsidios “está pensada de forma tal que aquel que consiga una reducción de su consumo de un 20 por ciento, un bimestre contra otro, no tendrá quita”, amplió.

Kicillof enfatizó que la facturación excedente por la quita de subsidios se destinará a la Asignación Universal por Hijo (AUH) y al plan Progresar. “Es central explicar por qué hablamos de quita pero con redistribución: lo que se genere de facturación adicional por la quita de subsidios se va a destinar íntegramente a cubrir los gastos de las distribuidoras y transportadores pero lo que quede por encima de eso se destinará a la AUH y al Progresar, por eso hablo de redireccionamiento”, se explayó el ministro de Economía.

Asimismo, aclaró que el redireccionamiento de subsidios al gas y el agua no incluye a las regiones que por las condiciones climáticas tienen que utilizar la calefacción como una cuestión central, ni a la industria. Y aclaró que se vigilará que los sectores productivos que no recibirán quita de subsidios no aumenten precios “con la excusa de que se los quitaron”.

Por su parte, el ministro de Planificación, Julio De Vido, puntualizó que “quedan exentos los usuarios de garrafa, porque no tienen servicio de gas natural, y Formosa, Chaco, Misiones, Corrientes, el norte de Entre Ríos, el norte de Santa Fe y una parte de Santiago del Estero. También están fuera del alcance los usuarios de agua que no estén bajo jurisdicción de AySA”, agregó. De Vido enumeró las obras energéticas realizadas desde 2003 a la fecha, que sumaron 92.500 millones de pesos, en su mayoría realizadas con “aportes del Estado Nacional”, y que permitieron incorporar a más de “dos millones de hogares a la red de gas natural”.