En un partido aburrídisimo, se puede decir que ganó Racing. Porque se llevó lo que quería: no perder. La Academia se metió atrás desde el primer instante, marcó escalonadamente, e impidió cualquier intento del Millonario de desarrollar su juego.

En el segundo tiempo además, el visitante perdió uno de sus tres centrales por expulsión, e incluso así, a River no le surgieron ideas para romper el cerrojo.

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