La Selección Argentina debe enfrentar este jueves a Chile por una nueva fecha de las Eliminatorias de cara al Mundial de Catar en 2022. El equipo pasa por un lógico proceso de renovación, a partir de la aparición de jugadores jóvenes en gran nivel, otros de edad más avanzada que atraviesan un gran momento y la salida de algunos históricos ya sea de la convocatoria o del once titular.

Dos de los elegidos para jugar el próximo partido no han tenido muchas chances en el conjunto nacional y tampoco han jugado demasiado en el país, pero aún así, por sus inmensos rendimientos tienen una oportunidad.

Emiliano Martínez es actualmente uno de los mejores arqueros del mundo. Se fue muy joven del país, sin debutar en Primera, desde Independiente al Arsenal inglés. Fue visto por reclutadores del conjunto londinense en un campeonato Sudamericano Sub-17 y se unió casi inmediatamente a uno de los grandes de la Premier League.

Estuvo varios años sin poder encontrar la titularidad y se fue a préstamo a varios equipos del ascenso de Inglaterra y también al Getafe de España. El año pasado, tras una lesión sufrida por el alemán Bernd Leno, tomó el arco de los Gunners y se transformó en una figura absolutamente trascendental en la última parte de la temporada, especialmente para la obtención de la F.A. Cup y la Community Shield.

Pero, a pesar de su rendimiento, cuando Leno estuvo bien físicamente, fue ratificado como el titular por el director técnico español Mikel Arteta. Por eso, para la temporada que acaba de finalizar buscó una salida y la encontró: fue comprado por el Aston Villa en 21,5 millones de euros, la transferencia más cara de un arquero argentino.

En su nuevo club también fue fundamental. Fue elegido por los hinchas como el mejor jugador del equipo en el campeonato y consiguió ser uno de los arqueros con más cantidad de vallas invictas. Fue uno de los mejores arqueros del año en la liga más competitiva del mundo.

El caso de Cristian Romero es diferente, porque sí jugó en el fútbol argentino. Debutó en Belgrano con 18 años y disputó 16 partidos entre 2016 y 2017. Jugó el Sudamericano Sub-20 de 2017 con el equipo nacional y saltó a Europa, al Genoa.

Tras un gran año allí, fue adquirido por la Juventus, donde no jugó. Por eso, para la temporada que acaba de terminar, fue prestado al Atalanta, el muy buen equipo de Gian Piero Gasperini, que desde hace rato ya no sorprende en Italia.

Finalizó tercero, por encima de la Juventus, por diferencia de gol y volvió a clasificarse para la próxima Champions League. La semana pasada, además, fue elegido como el mejor defensor del año en la Serie A.

Si bien en algunos partidos su equipo jugó con línea de cuatro defensores y el fue el primer marcador central, se destacó especialmente en línea de cinco, con tres centrales, como el hombre libre, por su buena velocidad y gran capacidad en los duelos mano a mano.

Tiene una altura considerable, 1,86 y si bien no es un defensor goleador, convirtió 3 goles en 42 partidos la pasada temporada. Además, dio tres asistencias, algo que habla bien de su capacidad de juego con la pelota.