En diplomacia, los gestos son sustanciales. Ciertos movimientos son mucho más significativos que una declaración conjunta de un organismo multilateral sobre determinada cuestión. Después de haberse negado a condenar a Nicaragua en el seno de la OEA, tanto Argentina como México, "llamaron a consultas" a sus embajadores.

La actitud de ambos países, que claramente se manejan en bloque, muestra a las claras que aquella abstencion en la OEA, significó un repudio al Secretario General del organismo Luis Almagro, antes que una negativa a condenar la actitud del gobierno nicaraguense.

El presidente de ese país, Daniel Ortega, no ha dejado opositor sin encarcelar desde que se vio obligado a llamar a elecciones.

En materia de Relaciones Internacionales, el llamado a consultas de un embajador, es el paso previo a la ruptura de relaciones diplomáticas e implica un gesto mucho mas contundente que la firma de una resolución conjunta del un organismo como OEA.

En la explicación literal, el país que llama a su embajador a consultas, lo hace para ponerse en autos de determinada situación e impartir nuevas instrucciones. En la simbología diplomática, hace saber al país de donde el embajador fue llamado, que de persistir determinada actitud, se encamina al retiro de dicho embajador y la consecuente ruptura de las relaciones diplomáticas.

En síntesis, el gesto de Argentina y México, es mucho mas determinante contra el gobierno de Ortega, que la declaración de la OEA, y debería subsanar, con creces, el reclamo del Departamento de Estado norteamericano al respecto.