La presidenta Cristina Fernández advirtió este jueves que el "pasado" que "quebró industrias" está "a la vuelta de la esquina", cuestionó las "balas de tinta" que "intentan derrocar o destituir a gobiernos populares" y aseguró que "no hay mejor manera" para combatir la inseguridad que la "educación, salud, vivienda y trabajo".

"Esos sectores minúsculos, pero poderosos en su poder de difusión. Me encantó esa metáfora, lo de las balas de plomo que derrocaron a (Juan Domingo) Perón; las balas de tinta intentan derrocar o destituir a gobierno populares", sentenció durante un acto que encabezó en el municipio bonaerense de Berazategui.

A su vez, la mandataria cuestionó que haya "gente que puede pensar que endeudar a la Argentina puede ser un buen negocio" y advirtió que "a muchos les conviene lo que Argentina hizo durante décadas, la bicicleta financiera".

En tanto, defendió la política energética y el acuerdo entre YPF y la empresa estadounidense Chevron al asegurar que "tenemos que ponernos como meta de futuro desde esta YPF volver a ser autosuficientes en materia energética, es una de las claves de la competitividad industrial".

"Si seguimos dependiendo de la importación de combustible y energía, perdemos competitividad, un pozo no se perfora con préstamos del Banco Nación", expresó.
La Presidenta encabezó la inauguración de la Cuarta Exposición Industrial de Berazategui, en el Centro de Actividades Deportivas "Roberto De Vicenzo" y tras recorrer los diversos stand, pronunció un duro discurso.

"Algunos pueden ser tentados de endeudar otra vez a la Argentina", enfatizó tras defender la decisión de reabrir por tercera vez el canje de deuda y reiteró que "el pasado puede estar a la vuelta de la esquina".

Asimismo, la mandataria subrayó: "¿Se imaginan un grupo de personas sentado por el sólo hecho de renegociar lo que ya se debe, cobra 150 millones de dólares? Es un buen negocio y algunos pueden ser tentados, a muchos les conviene la bicicleta financiera, pagar con nuevos títulos y deber más".

"La quita de la deuda impulsada por Néstor Kirchner significa el equivalente a las Asignaciones Universales por Hijo, a las nuevas escuelas, los planes de viviendas", puntualizó.

En ese sentido, advirtió que "las políticas económicas no son eternas" y agregó que "hay que tener un contexto y un proyecto de país económico y político que valore la industria nacional y genere trabajo bueno y bien pagado para todos los argentinos".

Durante su discurso, además, pidió tener "memoria" para que "nunca más haya décadas perdidas" y advirtió que "muchos creen que el pasado económico que quebró industrias y dejó a millones de personas sin trabajo y educación pasó, y no es así, siempre está a la vuelta de la esquina".

También la Presidenta mencionó que "no hay mejor manera que combatir la inseguridad con educación, salud, vivienda y trabajo" y remarcó: "No saben lo difícil que es gobernar la República Argentina" porque "hay muchos obstáculos" y "no vivimos en un mundo de fantasía" sino que "vivimos en un mundo de conflictividad".

"No es fácil, porque hay muchos obstáculos para gobernar. Ustedes no saben lo difícil que es gobernar la República Argentina. Sé que cada uno de ustedes, en cada una de sus empresas, tiene problemas para lidiar con proveedores, con sindicatos", planteó.

En otra tramo de su discurso, la jefa de Estado destacó la apertura de "escuelas técnicas que habían cerrado", cerca de "nueve universidades" que están, dijo, "cerca de la gente", además de valorar la producción de otras provincias que las habían catalogado en la "década del '90" como "inviables".

En un determinado momento la mandataria interrumpió su discurso por el sonido de una sirena de una fábrica por lo que la exclamó: "Suena una sirena y no me pongo nerviosa, cuando tenía 26 años y sonaba una sirena me escondía debajo de mi cama".