El futuro parque tendrá más de 58.000 hectáreas en el noroeste de Santa Cruz, en una formación geológica en torno al lago Buenos Aires que constituye la mayor meseta basáltica de la provincia, como una muestra representativa de la Patagonia árida.

La importancia de conservar esta región resulta prioritaria, afirma el proyecto, entre otros motivos porque una gran parte de su extensión ha sufrido un importante deterioro, principalmente a causa del sobrepastoreo, lo que se traduce en un 80% de su superficie afectada por un proceso de desertificación de grados medio a muy grave.

La iniciativa, que podría obtener sanción del Senado a mediados de abril, acepta la cesión de jurisdicción y dominio realizada por la provincia de Santa Cruz con destino a la creación del nuevo parque nacional.