No suelen tener problemas los gobiernos peronistas con los movimientos sociales, menos todavía el kirchnerismo, salvo por unas pocas agruaciones mas cercanas a la izquierda y menos numerosas, existe una alianza "natural".

Esta gestión comenzó del mismo modo, especialmente con los que llaman "movimientos papales" que serían los movimientos sociales asociados al Papa Francisco, como los de Juan Grabois y Emilio Pérsico. 

Pero en los últimos días, ambos han hecho escuchar críticas contundentes al gobierno de Alberto Fernádez. "Vemos con tristeza cómo nuestro gobierno comete errores permanentes por una incomprensible ceguera" indicó Pérsico sobre la Tarjeta Alimentar y agregó que es “un consuelo ante tanta malaria” y valoró que “el gabinete económico” haya decidido “romper el chanchito” que “parecía reservado exclusivamente para Kristalina Georgieva” -en referencia a la titular del FMI, mientras en la Argentina “crece la pobreza y la desigualdad”.

Por su parte, Grabois fue en el mismo sentido, respecto de la Terjeta: “El problema es que se decidió aplicar los recursos a una política que solo puedo calificar con una palabra. Es una política estúpida”, y agregó: “Ni siquiera es una política alimentaria”.

No es la primera vez que Grabois se pone hostil con el gobierno, hace mas de un mes había dicho: "Nosotros vemos cómo va creciendo la decepción en un sector de nuestro pueblo. Ése es mi estado anímico en este momento" y dijo que Alberto Fernández debería "ser más firme con algunas cosas, debería ser más firme en la disputa de intereses que existe en la Argentina. Acá no hay un problema de falta de diálogo, hay un problema de intereses", aseguró y completó: "es débil, con la negociación de la deuda externa tiene una posición equivocada".

Dentro del propio gobierno, fuentes consultadas por Continentalweb resumen la cuestión en "quieren mas plata y mas planes que no hay, no se puede imprimir mas", pero la explicación parece ser un poco simplista.

En todas las declaraciones, tanto de Pérsico como de Grabois, que son críticas a la gestión, se encuentra el cuestionamiento respecto de la negociación con el FMI y la postura que el gobierno debería tener: más rígida, dicen. Curiosamente o no tanto, es la idea que tienen también en el Instituto Patria. 

Por otro lado y en otras declaraciones, Grabois habló de la alianza de gobierno que se armó para vencer al macrismo, pero dejó escapar cierta falta de convicción sobre la conducción de Fernández. 

Hoy, los "movimientos papales" parecen jugar un doble rol de presión al gobierno. Como referentes del kirchnerismo que le exige al gobierno una posición mas dura, y como una suerte de desconfianza vaticana, nacida de la ley del aborto.