Los dos colosos en tecnología de comunicaciones, Google y Facebook, están siendo acorralados en buena parte del mundo por dos cuestiones sustanciales: una son las prácticas monopólicas, que resultan evidentes, y otra, el uso indebido de contenidos generados por otros, especialmente los portales de noticias.

Dificilmente alguna otra actividad entre todas las que se realizan en todo el mundo, se nutra más del trabajo de otros, que las de Google y Facebook, ambos en realidad son un cáscara vacía, compuesta por trabajo ajeno.

En Australia hace solamente unos meses, se sancionó una ley para que ambos montruos paguen por el uso de los contenidos a los medios de comunicación. Si bien ambas empresas ejercieron lobby y diversos modos de presión contra el Parlamento, como restringir información sobre Australia que no podía encontrarse ni en el buscador ni en la red social, la ley salió.

Es cierto, consiguieron con su enorme poder, modificaciones al proyecto que lo hizo mas "liviano" y digerible para ambos gigantes, pero la ley salió, y es un principio del camino que no pudieron evitar.

En Estados Unidos, 57 fiscales federales iniciaron una demanda contra Facebook por monopolio y "abuso de mercado" o de acuerdo a la terminología de la ley argentina "abuso de posición dominante". Según las normas de ese país, no solamente Facebook podría estar obligado a "desinvertir" es decir, deshacerse de algunas de sus empresas, sino además podría hacer sanciones penales. Cuesta creer que alguna vez veamos a Mark Zuckerberg tras las rejas, pero nada es imposible.

Google también enfrenta en el mismo país, la mayor demanda por monopolio de la historia, en este caso, impulsada por 32 fiscales que investigaron la actividad de la empresa por mas un año y medio.

En Europa, ambos son investigados por la Unión, pero también por Alemania y otros países, no solamente por monopolio, sino porque su modo de recopilación de datos resulta irregular.

EN ARGENTINA

Sin embargo en nuestro país, ambas empresas pasean su monopolio con total desparpajo. No es que no estén en infracción, en realidad violan la Ley de Defensa de la Competencia casi de principio a fin, simplemente nadie se toma la molestia de confrontarlos, la Comisión de Defensa de la Competencia es un órgano débil, con escaso apoyo político.

Por otro lado, el ENACOM también podría accionar. Si Google no es un medio, ¿que es?. Es cierto no produce información, pero la publica y difunde. Si de acuerdo a la vigente ley de medios, muchos grupos de medios debieron desinveritr, no es posible pensar que Facebook, con su Instagram, Whatsapp y otros, no esta en la misma posición. 

Solamente existen algunos casos de condenas judiciales a modificar términos agraviantes públicados en el buscador o la red. La ex presidenta Cristina Kirchner consiguió modificar términos agraviantes que aparecían cuando se googleaba su nombre, y hace poco, la primera dama Fabiola Yáñez, obtuvo una medida probatoria preliminar sobre otra causa de términos ofensivos.

Yañez, sólo solicitaba saber cuanta gente había visto la ofensa, y tuvo que llegar hasta la Corte Suprema para eso, un delirio, cuando se trata de información personal, es decir, involucra la ley de protección de datos personales.

Pero hay que ser la persona mas poderosa del país, Cristina, o la primera dama, Fabiola, para obtener algún tipo de restricción sobre la absoluta libertad de la que gozan estos gigantes tecológicos. No es libertad, es más que eso, porque avanza sobre la libertad es los demás, es anarquía, la ley del más fuerte. 

La política debería trabajar en eso para evitar ser gobernados por tres ejecutivos de empresas que nadie eligió. La democracia no solamente está en crisis por sus propias falencias, lo está por el gobierno oculto que tres o cuatro empresas llevan adelante con impunidad.

El Congreso debería legislar, como se hizo en Australia, pero entre tanto, hay leyes para aplicar. Quien usa contenidos ajenos debe pagar, como si un medio necesita internet, computadoras o personal, paga el precio por ellos. Y los monopolios son sumamente dañinos para la economía de mercado. Justamento eso buscan evitar en Estados Unidos y Europa, que los gigantes tecnológicos destruyan el capitalismo, porque cuando solamente hay una empresa que brinda determinado servicio, esa empresa se transforma en el sovit supremo en su área de competencia.